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Amores difíciles
es una comedia realista. Pero no realista en el sentido de reflejar
con precisión el mundo exterior, sino, por el contrario,
realista en el deseo de mostrar mundos interiores, espacios psicológicos,
sentimientos invisibles. Es decir, toda esa realidad oculta que
conforma nuestras emociones y que puede resultar más real
que lo que podemos observar exteriormente. En este sentido, es una
crónica de la emoción, en la que nos interesa menos
la apariencia externa del amor, como el flujo subterráneo
de sentimientos.
Amores Difíciles es también una comedia urbana en
la que se entrelazan distintas historias. Los equívocos y
la peculiaridad de algunos personajes llevan a situaciones muy divertidas,
en la que distintas parejas se aman y se odian al mismo tiempo.
El tono cómico se acentúa cuando alguno de los personajes
se dirigen directamente al público para hablar de sus propios
sentimientos, casi siempre contrarios a los que expresan a su pareja.
En este sentido, el público reconocerá en muchas de
las situaciones expuestas sus propias experiencias, porque reconocerá
sus emociones. En definitiva, Amores Difíciles propone una
divertida sátira sobre la dificultad de las relaciones humanas,
la sexualidad y las convenciones sociales.
Los ingredientes de nuestra propuesta son variados.En primer lugar
un equipo de actores de ambas provincias, en el que se combina la
experiencia de profesionales de amplia trayectoria como Fernando
Vecino, Nieves Bravo o Irene Pérez con la frescura de nuevos
valores como Ricardo Castro y Melanie Reyes, que debutan con esta
obra. En segundo lugar, combinamos música y texto, de modo
que en ocasiones cruzamos la frontera del teatro convencional para
adentrarnos en el musical, pero con marcado sabor latino.
Debemos este sonido peculiar, que recuerda a las bandas de Jazz
latino, a los cuidadosos arreglos de Delfín Pérez
y la labor de músicos como José Pedro Pérez,
Cristo Delgado, Alfredo Llanos, Francisco Hernández, René
González Pérez y Ruyman Martín. Por último,
el elenco de músicos se completa con la cantante Alicia Martell
que canta en directo en el transcurso de la obra.
Amores difíciles combina la música y el teatro con
otros medios audiovisuales (como el video o la comunicación
a través de internet) en un espectáculo que intenta
ser integrador y en donde estos recursos tienen cierto peso dramático.
Varios son los riesgos que hemos asumido: en primer lugar un texto
de un autor canario, Ramón Rodríguez, cuyo trabajo
ha continuado a pié de ensayo, hasta lograr la versión
definitiva de la obra. También una puesta en escena arriesgada
que, bajo la dirección de Carlos Belda, hace propuesta innovadoras
y contemporáneas, sin llegar a perder el ritmo de comedia.
A esta comprometida apuesta contribuye de forma sustancial personas
del talento del escenógrafo Clemente García y de la
responsable de vestuario y atrezzo Montserrat Casanova, quien ha
venido de París (su habitual centro de trabajo) únicamente
para esta colaboración.
En definitiva, Amores Difíciles es una comedia que pretende
divertir al espectador, al mismo tiempo que le propone una reflexión
sobre algo tan cercano y, quizás, tan lejano, como el amor.
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